No sé

De todos modos tampoco tiene nada de malo que no pueda olvidarte…
Seguramente creerás que exagero, que te estoy sobrevalorando, que es imposible que te siga deseando de ésta forma…
No sé, igual fue lo mejor…no creo que funcionase en otro momento ni en otra situación,
Te hubieras aburrido de mí.
Lo peor de todo es que casi no sé cómo piensas, no estoy seguro de cómo es la niña que se esconde detrás de la mujer eficiente que todo lo hace eficientemente bien.
Es una chorrada, una perdida de tiempo, echarte de menos así. Sin ni siquiera haber sido tuyo nunca…
Pero, no lo sé…soy incapaz. Será que soy un nostálgico exacerbado, una persona con tendencia a amargarse más de la cuenta…una especie de….gilipoyas.
Nadie lo diría, nadie sospecharía…puede que para ti sólo fuera un compañero más de veladas.
Un chico extraño, dulce y simpático.
Yo que sé…sólo sé que estoy escribiendo mierda y más mierda.
Será que me siento mal, que me siento sólo y desesperanzado.
Maldito.
Me gustaría saber, simplemente de que forma me veías, cuáles eran las piezas de tu interior que yo manejaba.
El porqué siempre estabas a dos o tres pasos de distancia durante el día, jugando al gato y al perro, sembrando incertidumbre. Porqué veía indiferencia en ti y porque siempre tenía que seducirte de nuevo sin que opusieses demasiada resistencia una vez comenzaba la noche.
Sabiendo como transcurrió todo…me gusta pensar que te sentías bien entre mis brazos y que tú por lo menos no te asustabas por ello.
Que no pensabas más allá de aquel momento, que me disfrutabas tal cuál era y que sólo te molestaba mi mirada fija y triste, mis continuas caricias que se convertían en plegarias…
Nunca olvidaré la amargura de nuestra despedida…maquillada con indiferencia y contrariedad. Puede que no fuera maquillaje y realmente te sintieras contrariada porque yo sólo era un lastre con el que no contabas.
O quizá descubriste que no era mas que un tonto que le daba demasiada importancia a unos días increíbles….

Qui lo sá…

Sólo te sigo recordando.
Simplemente te he confeccionado un altar y te adoro, quizás inmerecidamente.
No sé de que me sirve.
No sé si eres como la figura de mi pedestal, sólo sé que siento mierda y escribo mierda.
Sólo sé que estoy desesperadamente jodido.
Vacío aunque comparta momentos que no me valen nada.
Nada tiene significado, todo sabe mal.
Todo va mal.
La última vez que me sentía así, apareciste tú y me rescataste de una gran mentira.
Ahora no estás…e intento ser positivo.
Pero te recuerdo y me jodo vivo. Porque nada de esto tiene sentido.
Si algo tengo claro, es que nunca volverá a pasar, nunca lo tendrá.

Y no sé…todo es una mierda.