Tuesday, January 15

De Sueños y Recuerdos

1.De Recuerdos

Dentro de mi hay un niño,

un niño que una noche te soñó

y cogiéndole la mano

le dijiste que no temiese el pasar del tiempo

pues un día volverías para convertir

todos sus sueños en realidad.


Aquel niño era amigo de un árbol

que un día olvidó,

pero cuyo recuerdo se clavó

en tus propios sueños,

para que un día volvieses

y le recordases

queue tanto el niño como el árbol

nunca se habían ido de allí.


Cuando el niño,despierto pero enterrado

en lo más profundo de mi

por fín te encontró, me dijo :

“Mira, es a ella a quien siempre has buscado,

ella es de quién te hablé y por el miedo

a no encontrarla tu me has tenido encerrado”


Mientras, nuestros ojos se miraban

como si siempre se hubieran estado

buscando a través del tiempo,

alentados por los niños que

una noche se soñaron.


Perdidos como náufragos

nos agarrábamos a aquellos sueños,

cuando hartos de nadar sin rumbo

necesitábamos de esos recuerdos

para poder respirar

y continuar nadando, sin saberlo,

el uno hacia el otro.


Cuando por fín el tiempo,

riéndose en nuestras caras,

nos regaló tan esperado momento

te invadió aquel temblor,

aquella sensación

por no poder vivir siempre

dentro de ese preciso instante.



2.De Sueños

Desorientada en un bosque

de árboles y matojos

quue fueron creciendo

sin tú poder evitarlo,

angustiada porque

aquellos árboles

que un día tanto amaste

no te dejaban ahora

ver el camino a seguir.


Extraviada dentro de tus propios sueños

y perdida entre tus propios recuerdos,

como Watts en aquella película de Lynch

solo sabías contar las horas

esperando despertar para por fin morir

y disfrutar por fin de la fantasía

del sueño eterno.


Mientras tu dormías, yo y el niño

al que aquella noche devolviste a la vida,

te esperábamos pacientes y tranquilos

al borde de la desesperanza y la cordura,

hasta que un día el niño se marchó

decidiendo abandonarme para reunirse

con la niña que se acurrucaba contigo


De modo que me levanté y me fui

porque en cierta manera

no te dejaba sola

sino que el niño quedaría por siempre

allí contigo.


Decidí seguir viviendo

nuestros propios sueños

sin preocuparme jamás porque llegase

un mañana,ni por el hecho

de despertarme algún día de aquel sueño

ya que de hacerlo, tu recuerdo

sería tan mío como

tuyo el niño que siempre llevé dentro.


Y fue así como comencé a escribirle cartas al viento

con la esperanza de que un día golpeara tu ventana

sacándote del propio letargo

de tu sueño eterno, y así empezaría

a susurrarte uno a uno todos mis anhelos;

mientras tú, despierta y feliz, vivías tus sueños

y no dudabas en abrazarte a mi recuerdo.



Un día, más bien ya la última noche,

cuando el niño regreso para despedirse

porque ahora era yo el que abandonaba,

acarició mi cabello y volvió a traerme tu olor,

-un olor jamás olvidado- y cerrando mis ojos

repletos de lágrimas

me dijo con voz tibia:


-Vete tranquilo Diego, al final no son más que

sueños y recuerdos.




Y es que, de más nada estamos hechos…






No comments: